Año: 2014 , Número: | |
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Explorar el Escultismo (los boy scout) desde la ladera de Barbiana era una excursión pendiente en Educar(NOS) desde hace mucho tiempo. Y ya se ve que el Escultismo tira al monte, pues apenas sale en los sesudos libros de Pedagogía o en los planes de formación de maestros. Lo tildan de “educación no formal” y dan ganas de decir a los santones del cotarro educativo (ministerial y académico): “¡Tú sí que eres informal, cacho ignorante!”. Y es que la empanada mental entre instrucción y educación es gorda.
No contentos con asignar la educación a la escuela – y no le toca –, la toman como norma y, desde el ministro (de educación) al último profe de inglés recién llegado, se las dan de educadores formales (aunque solo enseñen y suspendan). Hay quien se opone: “Que los eduquen en casa, que yo bastante hago con enseñar lo mío”. Pero nada, erre que erre, quien no está en “su” escuela no es formal: familia, educadores de calle, “doposcuolas”, Barbiana y hasta los boy scouts… Pues vale.
Ese dilema ya lo resolvimos aquí: veneramos la escuela porque enseña, pero sólo resulta educativa si lee el mundo (no libros y programas) y nos pone en relación con él. Aprender en la escuela ayuda a educar-nos, pero no coinciden. Por eso nos intriga el Escultismo, porque quienes lo han vivido aseguran que educa mucho. Campos, calles y familias están llenos de sistemas educativos maravillosos y muy formales: fomentan auténticas relaciones… con ello – la naturaleza –, con ellos – los humanos – y con Él, que nos trasciende. El Escultismo es genial con “ello”; y no sólo.
La Escuela Activa, la Liberadora de Paulo Freire, la Institución Libre de Enseñanza, la Escuela de Barbiana y otras, como el Escultismo, son auténticos sistemas educativos. [Puede que también lo sea lo de las ocho competencias para competir]. ¿Se oponen unos sistemas a otros o pueden ayudarse?
Exploramos el Escultismo y, antes de empezar la excursión, salta a la vista, una gran diferencia: los chicos rurales de Milani – mayoría en la tierra – vivían con la Naturaleza, no iban a ella de excursión. Baden Powell los conoció en la India y en Sudáfrica y adaptó su agreste sabiduría a miles de niños urbanos en una aventura lúdica apasionante. Hoy, millones de pobres rurales van a las favelas de las grandes urbes o las desean desde sus pateras. ¿No necesitarán de la Palabra que los haga iguales?
¿Acaso los scout no conocen la Escuela de Barbiana? ¿No leerán la Carta a una maestra? Pueden suscribirse a Educar(NOS), ¡al menos cada tropa! ¡sólo cuesta 12 euros al año! y pueden visitarnos en la web. Muchos amigos-milani que escriben aquí han sido magníficos scout. Podéis leerlo aquí.
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Comentarios
1 comment postedPues mira aquí: : http://educarnos.ediservices.es/