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Año: 2022 , Número: |
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FP y Peñascal Kooperatiba son algo fundamental en Educar(NOS), pues ¿en qué tramo escolar pensamos al hablar de la pedagogía de Milani? ¿Acaso no cabe en el currículo oficial? (español, por ejemplo). Es decir, aplicar lo de Barbiana y su Carta a una maestra, ¿significa echarse al monte? ¿Montar una escuelilla privada de aficionados casi sin titular? ¿Acaso los últimos y los rebotados de la escuela no caben en los módulos normales del sistema?
Ni don Milani ni Educar(NOS) ni el MEM huyeron jamás del sistema oficial: en nuestro nº anterior rechazamos que los amigos italianos de Lodi y del MCEP deslizaran que ellos “defendían la escuela pública y, en cambio, don Milani sostenía la escuela privada”. ¡Qué disparate! ¿Y entonces, Carta a una maestra?, ¿es un aplauso a los colegios de curas y monjas? Si grita contra la escuela pública pervertida, es porque la defiende, ¡es la única que acoge a los pobres y es su esperanza de lograr la igualdad! ¡Maldita sea ella, si en vez de compensatoria se hace selectiva!
Y dentro del sistema, ¿cuál es nuestro tramo preferido? Podría serlo el Preescolar y la Primaria, para empezar bien las cosas antes de que las meninges de los pobres se enturbien. Podría serlo el Bachillerato, no sea que los señoritos acaparen la Universidad… (Y, aunque cueste creerlo, estas razones no faltan ni entre los dueños de la Escuela Católica).
Pues bien, los que optamos por los pobres (de dinero y cultura familiar) debemos elegir la etapa educativa más eficaz para compensarlos con la enseñanza que, además, es la finalidad esencial de toda escuela pagada entre todos.
La Formación Profesional – la pariente pobre de nuestros estudios – cuenta con todas las papeletas, por aprovechar el impulso joven hacia la vida real y dar una 2ª oportunidad a quienes abandonan las aulas antes de tiempo, y por no olvidarse de cuanto nos educa (no ya lo que sabemos): nuestras relaciones, no la erudición.
Pues bien, Milani empezó en Calenzano con trabajadores y aprendices y, en Barbiana, montó un apaño oficial – el avviamento industriale (que era la FP I accesible a los que no lograban graduarse en EGB o nuestra vieja alternativa laboral al bachillerato desde los 10 años). Y la Casa-escuela Santiago Uno también se abrió para chicos de FP. Pero ni en Barbiana ni en Salamanca llegar a la Universidad nunca fue una meta; al contrario.
Hoy Peñascal es un ejemplo maravilloso y masivo de la verdadera escuela obligatoria y democrática y, en cierto modo, milaniana también.
¡¡Viva la FP!!, que a España le ha costado mucho tiempo valorarla y dotarla. A ver con esta Ley…, no sea que solo busque rebajar nuestras cifras de fracaso escolar. Esta revista no tiene desperdicio.
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