El dedo de Milani todavía señala caminos y prohíbe autopistas, aunque en Italia –donde se lee y escribe mucho sobre él– algunos, como los tontos, no miran adónde apunta, sino, en vez de mirar al cielo, miran al dedo acostumbrados a chuparse el suyo. Bastan dos de frente para comprender su reto: tratar de meter el dedo en la llaga de los problemas más graves de hoy.
Los viejos maestros vienen a EducarNoS–después de los profes novatos del nº 44– como un deber de la memoria histórica, tan necesaria también en este campo, y como una ayuda más para entender nuestro presente en las aulas. ¿Eran ellos así, como nosotros? ¿Les obligaban a programar cada día y cada hora, o tenían su propia libertad? ¿Estaban sometidos a la tiranía y al peso de los libros de texto, o se buscaban la vida con creatividad y enciclopedias? Seguro que no todo tiempo pasado fue mejor, pero, aun así, la memoria es un deber.
Hablando con Corzo sobre la situación del mantenimiento de la página Web, me dí cuenta del gran problema que se le avecinaba. La aplicación realizada por mis alumnos requería una actualización completa.