Año: 2019 , Número: | |
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Deporte en la escuela a toda costa. Emanan de él tantos valores que hasta el Libro blanco de la Comisión Europea sobre el Deporte 2017, asegura que “puede tener un papel particular con los jóvenes, con las personas con discapacidad y con cuantos provienen de contextos desfavorecidos. Además puede ayudar a la integración social de los migrantes y personas extranjeras y a mantener el diálogo intercultural”. O sea, que es una verdadera piedra filosofal, el auténtico yelmo de Mambrino, un tocasana de lujo ante cualquier mal. No es raro que a patadas – más que a puñetazos – se hagan millonarios unos cuantos deportistas en las canchas de todo el mundo. Y el entusiasmo deportivo no se queda en espectáculo, sino que cada día aumenta el número de chicos y grandes que lo practican con provecho propio y social.
Esta revista, inspirada en la pedagogía de la escuela de Barbiana y en su maestro el cura Lorenzo Milani, no había tratado el deporte en sus ya 21 años de existencia (más 16 años anteriores como Boletín del MEM). Se diría que le tenemos una tirria especial, acaso derivada de sus dos inspiraciones. Algo de eso hay. Cuando en la Carta a una maestra (1967) se alude al deporte y a la gimnasia es con ironía: se enfrenta la necesidad que tienen los chavales campesinos y obreros con la oferta que les hacen las escuelas ordinarias. Y también, el ejercicio físico de los barbianeses junto a sus padres campesinos, con la educación física escolar.
Además, en las 474 páginas del único libro de Milani – Experiencias pastorales (1958) – la ironía tenía un previo razonamiento político y religioso: la Italia fascista y la democristiana posterior a la guerra – comunistas incluidos – usaron el deporte como el opio del pueblo más antiguo y barato: espectáculo, pan y circo. Hay en estas páginas un importante estudio al respecto, del profesor Conrad Vilanou. ¿Habrá algo parecido en la España actual?
Nuestro momento pedagógico nos pide una reflexión seria sobre el deporte. Tiene todo a su favor: hay que ejercitarlo en las escuelas y cultivar sus muchos valores, pero también controlar los desmanes que asoman y se repiten en muchas escuelas. Bastaría que no olvidásemos los objetivos de la escuela básica democrática obligatoria: la igualdad social a la hora de responder a los mayores desafíos humanos, como la estupidez, la competitividad, el abandono de los últimos… El filme Campeones de Javier Fesser nos lo ha recordado precisamente con el deporte. Un exitazo.
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Comentarios
1 comment postedEstupendo y muy completo número dedicado al deporte en la escuela, con magníficas ilustraciones. Una preciosidad.