LA ESCUELA ENFANGADA, sí, porque el discurso de odio
también está en las aulas. En ella se reproducen los males que se
cuelan a diario traspasando sus puertas y ventanas. Causa y efecto
que la convierten en víctima y culpable a la vez de los inevitables
problemas sociales. Lo expresa muy gráficamente nuestra portada: de
la boca salen a menudo palabras como balas que hieren y provocan
violencia física.
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